San Reventón

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     Ni es un santo, ni es una festividad, pero tiene que ver con un tránsito entre dos ritos festivos como es el carnaval y la cuaresma, el duelo y danza entre Don Carnal y Doña Cuaresma, todo un tránsito de tradiciones vinculadas por una parte a lo más lúdico y obsceno, como esencia de la liberación de los sentidos que se ha desarrollado como aportación de la civilización griega y romana, y de la más recogida y sentida religiosidad, del culto y la devoción alrededor de la Semana Santa, que es un legado de la religión judeocristiana.

      San Reventón no un santo del santoral, ni siquiera un santo apócrifo que sea venerado sin tener una raíz histórica y fundamentada en una actividad sagrada. Es una expresión popular de broma para expresar la “santificación” jocosa del acto de reventar a fuerza de comer paparajotas, que es lo que se elabora en este día, relacionado con el Martes de Carnaval especialmente, uno de los elementos más tradicionales de nuestra gastronomía popular de toda la vida. Se hace la masa en grandes lebrillos compuesta de harina de trigo, aceite, sal, agua, azúcar, gaseosa en polvo y raspadura de limón. Después se echa la masa elaborada en una gran sartén para freírla, una vez separada individualmente, en lo que van a ser cada una de las paparajotas, que se degustan echándoles un poco de azúcar por encima.